El estudio de arquitectura Neoarquitectos por medio de su arquitecto Luis Gil-Delgado Díez recibe el encargo de realizar la rehabilitación de este edificio que se encontraba en un estado de deterioro muy avanzado, donde parte de las cornisas se habían desprendido y hubo que realizar estos trabajos con relativa urgencia debido a la peligrosidad de su fachada, que se encuentra en una de las calles más transitadas de la ciudad de Málaga.
Junto con la fachada se procedió a la reparación de las cubiertas que se encontraban completamente lesionadas por el transcurso del tiempo y las constantes visitas de las palomas, que utilizaban las mismas de palomero improvisado generando restos de excrementos que contienen una alta tasa de acidez y afecta a los materiales que componen las cubiertas.
Durante los trabajos hubo que sustituir parte de los forjados de la planta Tercera debida a que su estructura formada por pilares y vigas de madera estaban carcomidas por termitas. Estos forjados se sustituyeron por una estructura metálica solidaria con la antigua de madera. Así mismo se hicieron también diversos trabajos de revestimientos en la entrada al edificio y pasillos.